domingo, 20 de diciembre de 2015

EL PRIMER Y MEJOR REGALO DE NAVIDAD


EL PRIMER Y MEJOR REGALO DE NAVIDAD

LUCAS 2:1-7 En esos días, Augusto, el emperador de Roma, decretó que se hiciera un censo en todo el Imperio romano. (Este fue el primer censo que se hizo cuando Cirenio era gobernador de Siria). Todos regresaron a los pueblos de sus antepasados a fin de inscribirse para el censo. Como José era descendiente del rey David, tuvo que ir a Belén de Judea, el antiguo hogar de David. Viajó hacia allí desde la aldea de Nazaret de Galilea. Llevó consigo a María, su prometida, cuyo embarazo ya estaba avanzado. Mientras estaban allí, llegó el momento para que naciera el bebé. María dio a luz a su primer hijo, un varón. Lo envolvió en tiras de tela y lo acostó en un pesebre, porque no había alojamiento disponible para ellos. (N.T.V.)

Ø  La alegría producida por un regalo
Quizá recordemos la expectación que sentíamos en nuestra niñez al esperar la llegada de la Navidad y, con ella, los regalos que recibiríamos. Al abrirlos, la alegría inundaba nuestros corazones y lo único que deseábamos hacer era seguir disfrutando de ellos lo más que podíamos. Pero al ir creciendo, todo parece indicar que esa fascinación infantil fue desvaneciéndose a tal grado que parece que la  Navidad se convirtió en otro día festivo más.

Pero debemos corregir esa situación y recordar que es la celebración del evento de mayor importancia para toda la humanidad:
©    El nacimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Aunque para muchos él se quedó en el pesebre, la realidad es que toda la esperanza, la seguridad y la confianza que tenemos como humanos están íntimamente ligadas a la persona de Jesucristo que nació para morir por nuestros pecados. Esto debe volver a llenarnos de emoción ya que se trata del primer regalo de Navidad que hayamos recibido. Veámoslo, entonces, como ese regalo maravilloso que Dios nos hizo al enviarnos a su Hijo, nuestro Señor Jesucristo.

Ø  ¿Qué clase de regalo fue el Señor Jesús?

 1.     El Regalo Humilde:
Dios, en su sabiduría, envió a su Hijo no a nacer como rey, aunque lo era, sino a nacer como cualquier ser humano para que todos pudiéramos identificarnos con él. Cristo fue como cualquier otro niño judío, pero sin pecar, y su primer lecho fue un pesebre rodeado de animales. Años después dijo a sus discípulos:
©      “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón” (Mateo 11:29).
©      Pocas horas antes de morir lavó los pies a sus discípulos, como en aquel entonces todo esclavo debería hacer con su amo (Juan 13:13-15).

 2.     El Regalo Celestial:
Al leer el Antiguo Testamento aprendemos mucho acerca de Dios, pero al leer el Nuevo, estamos en capacidad de enterarnos de la intensidad de su amor, de su carácter y de su deseo de que nos relacionemos personalmente con él.
©      Lo cual nos ayuda a conocer mejor a nuestro Padre Celestial (Juan 6:33…38).

 3.     El Regalo Necesario:
El pecado que impera en el mundo hizo necesario que hubiera un medio para destruir por completo su poder destructor.
©      El único que pudo suplir esa necesidad fue el Señor Jesucristo, porque fue “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”, como ninguno de los sacrificios prescritos en el Antiguo Testamento había logrado hacerlo(Juan 1:29).

 4.     El Regalo del Sacrificio Supremo:
©      El dijo que había venido al mundo para dar su vida “en rescate por muchos” (Mateo 20:28).
©      Luego añadió: “…yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo…” (Juan 10:17,18).
Esto indica que estuvo dispuesto a morir crucificado llevando sobre sus hombros la carga del pecado de la humanidad. Fue una muerte atroz para que nosotros no tuviéramos que morir en nuestros delitos y pecados.

 5.     El Regalo Perfecto:
Todo sacrificio requería que la víctima no tuviera defecto alguno y él fue el único que pudo presentarse libre de pecado y completamente aceptable delante del Padre.
©      “no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca” (1 Pedro 2:22).

 6.     El Regalo Valioso:
El Padre Celestial tiene a su Hijo en alta estima, tanto por su obediencia ejemplar como por ser el Hijo de su amor.
©      Por eso sabemos que “hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (1 Timoteo 2:5).
©      Gracias a él podemos tener la relación estrecha con Dios que Cristo vino a ofrecernos.

 7.     El Regalo Envuelto:
Cristo Jesús fue Dios mismo “envuelto”, arropado en carne humana.
©      De esta manera se despojó voluntariamente de su gloria y tomó forma de siervo para andar entre los hombres y morir por sus pecados (Filipenses 2:5-8).

 8.     El Regalo Espiritual:
Desde que nació todos pudieron tocarlo, verlo, conversar con él.
©      Ahora él es el regalo inigualable que podemos adorar sin correr riesgo de ser idólatras, ya que no adoramos su imagen sino al Dios eterno que fue manifestado en carne y habitó entre nosotros “lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14). Y lo mejor es que podemos compartirlo con quienes aún no lo conocen.

 9.     El Regalo Inalterable:
Todo regalo puede pasar de moda, desgastarse perder su valor>
©      Pero él jamás cambiará ni dejará de amarnos (Hebreos 13:8)
©      Si nosotros pecamos, él siempre está dispuesto a perdonarnos y limpiarnos de toda maldad (1 Juan 1:9).

10.    El Regalo Universal:
©      Dios lo dio al mundo entero para que sea salvo por él (Juan 3:16,17).
©      Para que cualquiera que invocare su nombre fuere salvo (Romanos 10:13).
©      y para que ese mensaje fuera predicado a toda criatura (Marcos 16:15,16).
©      El propósito eterno de Dios no ha variado en lo mínimo; él sigue insistiendo pues no quiere que nadie se pierda ni su paciencia se ha agotado (2 Pedro 3:9).

11.    El Regalo Personal:
La relación estrecha con cada uno de nosotros se debe a su fidelidad manifestada a cada momento, ante cualquier circunstancia.
©      Su presencia, aunque aparentemente invisible, es real y positiva (Romanos 1:20)

12.    El Regalo Eterno:
©      Nos llena de gozo saber que está con nosotros durante nuestra carrera terrenal, pero que también seguirá presente por toda la eternidad (Mateo 28:20; Josué 1:9)
©      Entonces veremos su gloria y lo alabaremos para siempre con profunda gratitud por haber entregado su vida por nosotros (Apocalipsis 4:10,11; Lucas 13:17)

13.    El Regalo de Amor:
Este amor es también admirable, pues no se rehusó a entregarse incondicionalmente sino que venció todo lo que podría haber impedido la demostración concreta del deseo profundo del corazón divino en todas sus dimensiones.
©      Nada hubiera sido posible si él no nos amara con amor eterno e inagotable, pues nos rescató de la perdición eterna y que con toda paciencia nos ha cuidado y dirigido (Jeremías 31:3).

CONCLUSIÓN:
©      ¿Qué más podríamos agregar a tan extraordinario regalo en la persona de nuestro Señor Jesucristo? Unámonos, entonces, a la expresión del apóstol Juan:

APOCALIPSIS 1:5B, 6 Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén. (V.R.V.)

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida, y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud y mucha Prosperidad

¯¯¯FELIZ NAVIDAD¯¯¯





Juan Manuel Lamus O.

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